Los diseños evolucionan, las cocinas ya no se esconden y pasan a formar parte de la zona central de nuestra casa.
Funcionales, prácticas y sencillamente bonitas.
Durante años, aunque ha sido un elemento imprescindible, nos hemos hartado de ver campanas extractoras que rompían la línea estética del mobiliario de la cocina. Toda casa moderna, siempre tenía que tener su gran campana de aspecto industrial, acompañados de la última tecnología. En cambio, ahora, las campanas de cocina van más allá de su pura funcionalidad, se convierten en los fieles protagonistas, en elegantes y sofisticados elementos de decoración.
Campanas de techo, de integración, de superficie, campanas de pared, de isla… incluso campanas personalizadas… Las posibilidades son más que infinitas. Existe una campana ideal para cada cocina, pero todas ellas, a parte de su belleza, tienen algo en común: la eficiencia. Cuentan con altas prestaciones a nivel de aspiración, con una perfecta evacuación de humos y de olores y contienen silenciadores integrados.
En definitiva, cada vez más, la eficiencia y la estética van más cogidas de la mano, haciendo que la cocina pase a ser el centro de la vivienda.
Es algo más que un espacio exclusivamente para cocinar…
Es un espacio para compartir y disfrutar del momento.
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